La mayoría de las personas critican la farándula, la encuentran rasca y facilista; están en contra de las fuentes no identificadas y del sensacionalismo. Pero esas opiniones, en un gran porcentaje, parecieran utilizarse para ser catalogados (por otros) de una forma más... ejem... sofisticada. Es posible creer que a todo el mundo le gustan los trascendidos, "pelar", crear realidades por repetición (al leer los diarios queda claro), y así generar una verdad manipulable y útil para quien la inventa.
Es cierto que nadie se presenta ante otro como realmente es. Siempre queremos obtener una reacción; nuestra comunicación es la mayoría del tiempo muy interesada. Existe una teoría irrefutable que habla de la “imposibilidad de No comunicar”, y lo primero que comunica es el exterior, que nos lleva a centrarnos en estereotipos: una representación repetida constantemente que transforma algo complejo en algo simple. Es decir, es muy difícil que alguien se preocupe de ir más allá de la forma. "Típico, típico, típico, tipo de gente, nada es tan típico somos todos diferentes" cantan Los Mono... jajaja.
Es molesto ver como personas inteligentes se preocupan de pequeñeces. De la importancia que tiene la vida del otro antes que la personal, o, más claro, los aspectos superficiales de cada quien superan el todo. ¿Sirve de algo? Es más fácil que todo esté masticado, definido, estructurado en bloques, que no tengamos que pensar mucho, de obtener rápidamente un significado de lo que creemos ver, escuchar o sentir, que todo esté a la mano.
Somos individuos, y por eso somos contradictorios. No somos una sola definición. Claro, hay quienes se quedan en una, les gusta, se sienten seguros, pero ¿Es verdad? Nunca sabremos como es en realidad la persona que tenemos al frente y eso hace la experiencia más interesante. Mientras intentamos saber más del otro y queremos tener más certezas, más alejados estamos de la realidad.
La confianza es un bien escaso, y NO podemos dejar de compartir con el resto. Pero ¿es posible dejar de explicar lo que hacemos o dejamos de hacer? Sería más fácil trabajar “la cara” (en el sentido Goffmaniano) y representar un papel, preocupándonos de cómo nos percibe el mundo. Mientras más fácil de definir seamos para los demás menos especulaciones, teorías o “gossip girl-man” existirían. Pero ¿es la idea?
Si así fuera siempre, al final todos nos convertiríamos en un producto esperando que alguien nos elija y nos compre con un descuento. Espero poder construir dificultades y siempre quedarme en el estante de los saldos… alargar la espera de la transacción, complejizar mi definición.
Es cierto que nadie se presenta ante otro como realmente es. Siempre queremos obtener una reacción; nuestra comunicación es la mayoría del tiempo muy interesada. Existe una teoría irrefutable que habla de la “imposibilidad de No comunicar”, y lo primero que comunica es el exterior, que nos lleva a centrarnos en estereotipos: una representación repetida constantemente que transforma algo complejo en algo simple. Es decir, es muy difícil que alguien se preocupe de ir más allá de la forma. "Típico, típico, típico, tipo de gente, nada es tan típico somos todos diferentes" cantan Los Mono... jajaja.
Es molesto ver como personas inteligentes se preocupan de pequeñeces. De la importancia que tiene la vida del otro antes que la personal, o, más claro, los aspectos superficiales de cada quien superan el todo. ¿Sirve de algo? Es más fácil que todo esté masticado, definido, estructurado en bloques, que no tengamos que pensar mucho, de obtener rápidamente un significado de lo que creemos ver, escuchar o sentir, que todo esté a la mano.
Somos individuos, y por eso somos contradictorios. No somos una sola definición. Claro, hay quienes se quedan en una, les gusta, se sienten seguros, pero ¿Es verdad? Nunca sabremos como es en realidad la persona que tenemos al frente y eso hace la experiencia más interesante. Mientras intentamos saber más del otro y queremos tener más certezas, más alejados estamos de la realidad.
La confianza es un bien escaso, y NO podemos dejar de compartir con el resto. Pero ¿es posible dejar de explicar lo que hacemos o dejamos de hacer? Sería más fácil trabajar “la cara” (en el sentido Goffmaniano) y representar un papel, preocupándonos de cómo nos percibe el mundo. Mientras más fácil de definir seamos para los demás menos especulaciones, teorías o “gossip girl-man” existirían. Pero ¿es la idea?
Si así fuera siempre, al final todos nos convertiríamos en un producto esperando que alguien nos elija y nos compre con un descuento. Espero poder construir dificultades y siempre quedarme en el estante de los saldos… alargar la espera de la transacción, complejizar mi definición.
“Un acto razonable lo es desde la emoción en que se acepta la emoción que lo justifica” dice Humberto Maturana en uno de sus libros. Es decir, todo lo que hacemos, todo lo que prejuzgamos, todo lo que catalogamos y definimos es producto del sentimiento que nos produce ¿Se entiende?
Desde un tiempo (bastante) tengo un(a) visitante/comentarista anónimo(a) en este blog que, al parecer, me conoce y no le soy muy agradable. Mi email es gonzaloieb@gmail.com. No olvidar que si queremos que algo se acerque lo mejor posible a la realidad hay que consultar a la fuente directa, lo demás es interpretar.
5 comments:
Las etiquetas son para los productos, y en un mundo globalizado los humanos lo somos. Aunque algunos destacan por sus ideas y otros por lo que representan, el universo interno necesita diferenciar el "yo" del resto y los otros, naturalmente surgen comparaciones y para definirlo se recurre al cuestionamiento y especulamos. Quizás no es necesario desmerecer o admirar a otra persona para seguir haciendo la vida propia, sin embargo son los otros quienes -sin saberlo- se convierten en precedentes y/o referentes para lo que quisiera tener, cambiar, mejorar o no ser.
La gracia estaria en saber reconocer lo mejor de otros grandes y en el intento por madurar (aprender a controlar los impulsos y ambiciones)encontrar un camino propio, aunque muchas sean las rutas.
Siempre el mundo ha tenido referentes (la moda, la música, etc) y la gracia está en saber reconocer lo que más nos acomode y vivirlo.
Saludos
PD: Habría que preguntarle a Madonna cómo lo hace para ser la mejor marketera de si misma.
oiga, el anonimo no sera nuestro gran amigo "mati"???
o quizas esa famosa MP
Ufff... su comentario estaba al borde la gafapastia intelectualoide... je-jé
Por culpa de mi lector de feeds estruve varios meses sin leerlo ni acordandome de este blog. Y hay varias cosas intereantes pero poco tiempo para comentar.
Este post sin duda es muy certero, en el sentido de que coincide con mis creencias: hoy vivimos nuestras relaciones repitiendo las logicas del libre mercado. Algunos me tildan de marxista cuando digo estas cosas, pero la evidencia esta en nuestro dia a dia. Algo esta pasando en este lado del mundo, porque la vida se esta volviendo algo insoportable, y hay que recurrir a la compra de nuevas relaciones, de nuevas ropas, de la vida de sujetos famosos, de nuevos referentes culturales para sentirse mejor. Y aunque Marx hace mucho predijo que esto iba a pasar, me parece que las mejores señales de esto estan en la literatura. Solo dos ejemplos que a mi me gustan mucho: Henry Miller y Michel Houellebecq.
Ahi esta todo bien planteado. Y Houellebecq plantea como salida la necesidad de una "mutacion metafisica". Por que lo que somos es una pregunta que se define por esos lados, no en las multitiendas. o no??.
asi es Jaroldo.. yo maté a Patricia jaja
Haroldo: al parecer son dos anónimos, eso quiere decir que uno puede ser MP jaja
Ahora en serio, la cosa es que esa persona cree que está comunicandose conmigo lo que es completamente falso.
Roberto: ¿quieres decir que soy un referente para el anónimo? jaja no creo. Lo que sí, pierde el tiempo revisando mi blog y queriendo entrar al facebook.
Laucha: Nada de gafapastía, es que las acciones de otras personas a veces nos hacen pensar en la facilidad que tenemos de preocuparnos por lo menos importante, o de "crear mapas" de realidad muy diferentes a la realidad.
Anónimo: Deje de serlo. Le dejé mi email para que se comunique, pero nada, una lástima que prefiera perder su valioso tiempo.
Saludos
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