El sexo en el cine comercial siempre ha sido cuidadoso. Se utiliza como un gancho al mostrar cuerpos tonificados acariciándose y llevar más gente a las salas armando un poco de polémica con alguna escena un poco “fuerte”. Pero siempre hay límites entre lo que Angelina Jolie quiere mostrar o Brad Pitt quiere dejar para los paparazzis. Bueno, siempre estará la tensión sexual de "Mr. & Mrs. Smith" (Doug Liman - 2005) * para quien quiera verlos a los dos dándose. Quiero decir, golpeándose. Claro, son bellos y peligrosos. Pero esa es la idea: la definición de "belleza" según Hollywood.
Pero hay casos en que se traspasa la barrera y, censura mediante, llegan al cine o al Dvd algunas películas que muestran un poco más de lo permitido sin ser parte del renegado "cine porno". Claro, la definición de "cine arte" puede aguantar cualquier tipo de manifestación cinematográfica que no busque solamente lo comercial (porque es comercial, claro que sí), pero también da espacio para quienes sólo muestran sexo sin un argumento sostenible. Maestros para algunos y una basura para otros.
La cosa es que sexo más real existe en el cine de 35 milimetros y en el digital. Algunos ejemplos: “Fóllame” (Virginie Despentes - 2000) mostraba a dos chicas (actrices porno en la vida real) entre el alcohol, armas y asesinatos de hombres por placer, al ritmo de música punk ; “Romance X” (Catherine Breillat – 1998) El actor porno Roco Siffredi trataba de actuar en una historia con intelectualoides reflexiones sobre el sexo y sus derivados; "Los Idiotas" (Lars Von Traer - 1998) traía todo el “Dogma 95” en un grupo de jóvenes que se reunían para vivir como si fueran retrasados mentales, con sexo grupal incluido; “Brown Bunny” (Vincent Gallo – 2003) es la historia de la pérdida del amor apoyada con sexo oral de Chloé Sevigny a Vincent Gallo; “9 Songs” (Michael Winterbottom - 2004) era sexo con intermedios musicales a cargo de Black Rebel Motorcy-cle Club, Elbow, Primal Scream, The Dandy Warhols, Super Furry Animals y Franz Ferdinand; “Intimidad” (Patrice Chéreau – 2000) mostraba a dos extraños que se juntaban a tener sexo sin hablar hasta que llega la curiosidad.
Y podemos seguir con directores como Pasolini, Bertolucci, Van Sant o Gaspar Noé, pero la cosa es que todos quedan como cine arte para adultos y todos siguen un poco la regla de la destrucción de lo bello. ¿Alguien recuerda "Betty Blue" (Jean Jacques Beineix - 1986)?, basada en el libro de Philippe Djan y que se ha transformado en uno de los mitos del cine hot. Y es que claro, podemos recordar muchas películas del denominado "Cine Erótico", pero la idea de este texto es las que muestran más allá del erotismo. Que tienen escenas porno. Así de claro. No como "En la Cama" (Matías Bize - 2005), la película chilena que puede resumir todo lo que se ha hecho en Europa con el cine erótico. Esa, no entra aquí.
Cuando dicen "una película con sexo explícito" inmediatamente funciona la curiosidad por ver qué se muestra y sirve para hacer publicidad. Ahora se estrena “Batalla en el Cielo” ** del mexicano Carlos Reygadas y, antes de su estreno, extra cinematográficamente, el sexo fue más importante que la historia de esta cinta amada y odiada en el Festival de Cannes del 2005. Muchos la definieron como una propuesta radical, completamente nueva y poco clasificable. Casi una nueva forma de hacer cine. La diferencia con películas que muestran cuerpos bien formados es que acá todo es feo, desde el tiro de cámara hasta la erección. Claro, sí pensamos en la estética que está a nuestro alrededor desde nuestro nacimiento poco tienen que ver estos cuerpos con lo que muestra la publicidad. Acá no hay abdominales, tampoco silicona, menos gente depilada. El nuevo director favorito de los “arty triple x cinema” mezcla la belleza, con fealdad en todo lo que se cruza por la cámara.
La historia es como sigue. Marcos (Marcos Hernández) trabaja como chofer y con su mujer han secuestrado a un niño que murió accidentalmente. Después de eso debe ir a buscar al aeropuerto a Ana (Amapola Mushkadiz) la hija de su jefe que se prostituye por puro placer. El hombre se confiesa con ella, y además de tener sexo (¿real?) debe peregrinar por una ciudad de 20 millones de habitantes para encontrar un poco de perdón.
¿Se entiende? Bueno, en el cine no se entiende mucho. Para contar esta incomprensible historia Reygadas utiliza largos planos secuencias, fijos, travellings y cámaras como si fuera estilo “Dogma”. En ellas muestra calles esquizofrénicas, rostros inexpresivos y mucha ausencia de actuación, porque los actores no son profesionales, por eso todo es tan inverosimil y nos queda claro que es ficción. Es más, en algunas tomas aparecen los micrófonos ambiente y el audio es tan malo que hay que hacer un gran esfuerzo para encontrar el hilo conductor del argumento.
Independiente de todo aquello, siguen las ganas de entender algo. A esta altura el sexo mostrado se olvida por completo y Reygadas cumple su objetivo: contar otra historia. Y no porque sea una obra maestra, sino porque pareciera que no existió sentido de la estética y tampoco siguió las reglas de lo que debe hacer un buen cineasta, por lo que genera más interrogantes. A pesar de todo llega a ser interesante, más que las nombradas en un principio. Claro, hay un discurso social, religioso, político en una ciudad llena de símbolos que tratan a la fuerza de contarnos una historia, una que el director no quiere contar en los diálogos.
La película comienza y termina con una felación a primer plano, lo que supone que lo que pasa entre ellas es la definición de una sociedad en que la sangre, las creencias y la naturaleza humana se muestra de forma directa, pero también puede ser un total sin sentido. La verdad es que no es claro si es una buena película o una basura. Pero lo principal es que ver sexo oral en primer plano no era el tema. En muchas películas que usan ese recurso pareciera ser el sexo explícito el gran momento. En esta, es una escena más.
* Véala (porque es cine comercial), y también la original de Alfred Hitchcok de 1941

** Este texto NO es una recomendación.
Web de "Batalla en el Cielo"
Más arte Aquí... (¿o será pornografía?)