Your Flesh is so Nice

Posted by Hello

Mezclar canciones originales con versiones de Nina Simone y Leonard Cohen fue la idea que tuvo Jeff Buckley para su debut, “Grace” (1994), álbum sorpresa de ese año para críticos y melómanos, no así para la música comercial. Inmediatamente su nombre comenzó a sonar por todos lados por su historia familiar. Ser el hijo abandonado de Tim Buckley, cantautor que murió en 1975, a los 28 años y por sobredosis con heroína, aumentaron las ganas de conocer a este nuevo músico llamado por muchos "genio". Jeff participó en un homenaje al padre ausente con la canción “Once I Was” y meses después (mayo 29 de 1997) se ahogaría en el río Mississipi, dejando un misterio por develar. Padre e hijo: deceso prematuro. Mito inmediato. Claro, "Grace" según muchos es el disco fundamental de los ’90, por muchos motivos. Primero, la voz de Buckley, intensa, poderosa y perturbadora. También las letras meticulosas, poéticas, emocionales, pero no por ello repetidas. Y las guitarras fuertes. Un disco indefinido, ambiguo y de una belleza terrorífica en que se encuentran algunas creaciones acústicas y melancólicas, y otras fuertes y rockeras, con la compañía de Matt Jonson, Mick Grohndahl, Gary Lucas y con la producción de Andy Wallace. Pero por sobre todo un álbum atemporal, de esos que no necesitan una tribu, un estilo, un peinado o un color de ropa para quien lo interpreta. Estudió música en California, pero decidió mudarse a New York. En esa ciudad tocaba en bares y cafés desde jazz hasta reggae. No pasó mucho tiempo para firmar contrato con Columbia para lanzar su primer Ep, “Live At Sin-é” en 1993, con temas propios y versiones de Edith Piaf y Van Morrison. Después de “Grace” canciones como “Last Goodbye” o “Eternal Life” fueron postuladas como lo mejor del año o la obra cumbre de la música. Pero él era autocrítico (algo que le falta a muchos) con su fama, llegando a hacer una gira por Estados Unidos cambiándose el nombre para huir de las entrevistas. Y proclamando su primer trabajo en estudio como una carta de presentación, lo mejor en su mente tendría que esperar. O eso quería que otros pensaran.

Trabajó en un segundo disco en Memphis, cuando palabras que, paradójicamente, había escrito para el tema “Grace” volverían a cobrar su parte, "Hay una luna pidiéndome que me quede tanto como las nubes me piden que me vaya. Bueno, mi hora se acerca, no tengo miedo de morir". Pasó. El disco inconcluso fue lanzado bajo el título “Sketches (For My Sweetheart, The Drunk)”, recopilado por su madre, Mary Guibert y Chris Cornell (Audioslave), uno de sus cercanos. Desde ahí comenzó la leyenda que a los sellos discográficos emociona, no por las composiciones ni por el "artista" sino lo comercial que puede llegar a ser. Poder seguir vendiendo y agrandándo una imagen que con el tiempo sigue cobrando admiradores. Bueno para quien conoce a este compositor, pero mejor para quienes siguen cobrando los cheques. Un músico que muchos músicos han utilizado como influencia, hasta llegar a copiar descaradamente. Travis, Coldplay, Radiohead, Starsailor, Muse, Embrace, Chris Cornell, Ryan Adams, Ed Harcourt y Pete Yorn son algunos que lo reconocen. Cornell realizó un disco en solitario entre la disolución de Soundgarden y el comienzo de Audioslave, llamado “Euphoria Morning” (1999), en donde aparece una canción dedicaca de Buckley con el título de “Wave Goodbye”. Otros compositores también lo hicieron. La lista es larga. Cocteau Twins con “Rikean Herat” (Milk & Kisses, 1996), Aimee Mann con “Just Like Anyone” (Bachelor #2, 2000), Mark Eitzel con “To The Sea” (The Invisible Man, 2001), Pj Harvey con “Memphis” (Lado B del single “Good Fortune”, 2001), Heather Nova con “Valley Of Sound” (Siren, 1998) y Hole, Duncan Sheik, The Frames y Those Bastard Souls, entre muchos.

Otros lanzaron palabras como las de Bono (U2), “Jeff Buckley era una gota pura en un océano de ruido”. Algunos aceptaron ser una copia, como Fran Healy de Travis, “Me contaron que un día Tom Yorke de Radiohead fue a verlo actuar y, a continuación, marchó directo al estudio a grabar “Fake Plastic Trees”. Así que cambió su forma de cantar basándose en lo que le había visto a Jeff Buckley, más o menos cuando a mí me pasó lo mismo. Yo lo vi en otra actuación, en Glasgow, y pensé que su voz no era de este mundo. Era algo que elevaba el espíritu y yo, descaradamente, traté de copiarlo". Hasta hoy se reconoce su figura, entre lo más comercial y lo más independiente de la música. Uno de los últimos fue Jaime Cullum con una versión de “Lover, You Should' ve Come Over” en su álbum “Tweentysomething”(2004).

Tal como pasó con Elliott Smith hace poco, con disco póstumo incluido, pasa desde hace años con el hijo Buckley. Nos gusta la necrofilia (musicalmente hablando), o las tragedias griegas. Él es eso. La belleza de la muerte que se podía percibir en sus letras, entrevistas o en la interpretación de su música. Quizás él sabía qué pasaría, tentó a la muerte o simplemente la buscó. Quién sabe.

Web de Jeff Buckley