Bruce Wayne Revelado

Inolvidables son “Batman” (1989) y “Batman Returns” (1992) de Tim Burton, con esa estética y sentido del entretenimiento como de expresionismo y poesía gótica; Batman Forever (1995) se perdona un poco, sólo un poco, quizás por la doctora Chase Meridian (Nicole Kidman), pero Batman y Robin (1997) es absolutamente olvidable, ambas de Joel Schumacher y su discotequera, sobrecargada y odiable galería de personajes: algunos sobreactuados (Jim Carrey) y otros definitivamente sin poder actoral (Arnold Schwarzenegger). Hasta ahora el enmascarado no había mostrado la mezcla entre justicia y trauma necesaria, lo extremo que puede llegar a hacer una persona común y corriente, sin poderes, por suplir la sed de venganza. Gloria, condena y hoy resurrección. Y digo ahora porque Christian Bale Christian Bale (American Psycho)es el actor que mejor ha interpretado al ratón con alas en las versiones cinematográficas, y no por mostrar el miedo, sino por todo, desde su mirada hasta la forma natural y no robótica en que lleva el traje. Por eso hay que olvidarse de todo lo anterior y comenzar nuevamente con un joven que le teme a los murciélagos, que ve como asesinan a sus padres, que crece robando a su propia empresa para ir a la cárcel y saber como es un criminal y que al encontrarse con Henri Ducard (Liam Nelson), de la organización secreta llamada La Liga de las Sombras, comienza entender por donde va su camino. Ahí comienza el entrenamiento físico y, como no, espiritual, como buena leyenda. Batman se hace, no nace con poderes ni viene de un planeta lejano. “Yo no soy de los buenos” le asegura Wayne a Rachel Dawes, su chica. David Goyer es el guionista y también lo fue de la poco vista y recomendable Dark City, The Crow y de la trilogía Blade. Christopher Nolan (Memento, Insomnia) (Memento, Insomnia) es el director que hace que Batman transmita sus miedos a quienes lo vemos. Puede ser que el guión no sea de lo mejor, que no se respeten muchos elementos del cómic original y que tenga algunos lugares comunes solemnes, pero ya sabemos de sobra que una adaptación nunca deja satisfechos a los puristas, menos de “Batman año uno” y “El regreso del Señor de la Noche”. La unión, creo, está en que Batman Begins se despide a la risa y le da una bienvenida al miedo. Aplausos de unos y pifias de otros. La cadena es la siguiente: El padre de Bruce baja a una cueva infectada por murciélagos a rescatarlo y este termina rescatando a toda una ciudad, Gotham City, que es una perfecta descripción de corrupción, violencia, drogas, asesinatos y miedo. Pero debe ocultar su identidad, por lo que este Batman/Wayne se muestra como un playboy en la vida pública y un salvador de los necesitados oculto en las noches, un ser inseguro pero fuerte y que toma decisiones. Dualidad pura. Los extras también se muestran como parte de esta realidad. El batimovil tiene la infraestructura para moverse como si tuviera vida, no de la forma robótica de los anteriores con diseño convertible, el traje no es acartonado y hasta la capa anterior fue reemplazada por verdaderas alas. La ciudad no es de juguete, es casi real y gigantesca, tal como lo es la basura en ella. Pero uno de los puntos más discutidos han sido las peleas en las que no hay coreografías, no se muestra media hora a seres invencibles peleando contra la muerte, en definitiva, pareciera que Nolan sintió que alargar el metraje en peleas era relleno y en esa lógica funciona. El personaje creado por Bob Keane no está sólo, tiene aliados que se cuentan con los dedos de una mano: el mayordomo Alfred (Michael Cane) con la frase precisa; el Teniente Gordon (Gary Oldman) muy contenido en sus inicios; el proveedor tecnológico, Lucius Fox (Morgan Freeman) y su amiga de la infancia convertida en una fiscal incorruptible, Rachel Dawes (Katie Colmes) que puede ser al única que desentona, no por ser la primera "no rubia" de Batman, sino por un débil y fome desempeño. En el otro lado están los malos, que esta vez no tiene disfraz ni maquillaje: el símbolo de la corrupción en la ciudad Carmine Falcone (Tom Wilkinson) y el esquizofrénico Dr. Krane/Espantapájaros (Cillian Murphy) en una brillante actuación como potenciador de la locura. Todos ellos en locaciones de Islandia, Chicago y Londres. Pero no todo es casi bueno, se pierden puntos en la voz impostada cuando Bruce se transforma en Batman y la música, realizada por Hans Zimmer (El último Samurai) y James Newton Howard (El Protegido), no logra dejarnos en trance en cada escena, no las acompaña, aunque nos hace concentrarnos en lo que pasa sin distracciones, al igual que los efectos especiales que dentro de esta construcción de un mundo casi real parecieran no ser muchos… aunque sí lo sean.

En definitiva, puede gustar a los fanáticos del cómic pero también a los que no tienen nada que ver con ese mundo ya que es cine comercial del bueno, entretención de calidad, por lo que nos queda esperar al próximo villano en una nueva entrega, que ya se anunció, y esperar que sea mejor que buena. Lo claro es que Batman Begins no es sobre el superhéroe, es sobre Bruce Wayne ya que todos tenemos una historia que cargar, hasta Batman. Web de Batman Begins Otro drama de un superhéroe también se puede ver en la recomendable Hulk con el otro Bruce (Banner) y dirigida por Ang Lee, con Jennifer Connelly y Eric Bana en los roles principales.