Hoguera de las Vanidades Light

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Hoy todo es VIP, desde programas de televisión hasta las más ridículas fiestas, todo se promociona para personas realmente súper-extra importantes. Todos quieren serlo. Ya no es exclusivo de Madonna o los Beckham entrar sobre una alfombra roja a un evento de categoría. Si Jordi Castell dice que el “arte es para el pueblo”, al inaugurar una exposición en Alonso de Córdova mientras nos dice que comer para no engordar, nos queda todo claro. Ahí está la razón sociológica del asunto. Un gran pensador ¿? Bueno, lo confieso, he estado en el sector Vip en recitales y por eso puedo decir que no entiendo cuál es el fin. Bueno, no hay glamour ni fama aquí, pero si te invitan a un concierto o fiesta con credencial y te encuentras volando bajo puedes compartir y saber como es esta raza “superior”, que además de ir producidos hasta decir basta y comprarse los calcetines en Río de Janeiro, no tienen nada realmente importante. Más bien resulta un poco decadente creer que es así. La prensa (desde lo más a lo menos) siempre queda en un sector que todos piensan es similar: un costado, arriba o abajo, un lugar que no permite el movimiento sin encontrarse con una cámara o un guardia pidiendo la acreditación, sin espacio siquiera para caminar, casi todos son como un ring en donde los glamorosos miran la cancha con deseo, pero como bajar significa mezclarse con el pueblo, mejor sufren. Y es que así son los personajes importantes en los eventos nacionales, la idea es mostrarse, salir en las sociales de, hasta, una web pérdida y así poder estar “vigente” y decir que Rinocerose es su grupo favorito sin haber escuchado nada de ellos, o decir que preferían ver a Massive Attack en un lugar íntimo sin importar pagar $100 mil, cuando la realidad es que les llega la invitación a la casa. Ya imagino la cantidad de fans apurados que tendrá L'altra o los que sonarán taquilleros al decir que les gusta The Strokes. Rasca. Por eso no entiendo porque todo el mundo quiere participar de aquello, si parece que ser Vip es ir algún día a una discoteque llamada Kamasu (o como se escriba), lugar en donde modelos y futbolistas tienen asegurado en sector Vip de Ñuñoa, cosa de todas las semanas. Aunque lo más cercano, mediático y ordinario fue la fiesta Wild On!, el robo de la marca E! y la increíble cantidad de personas que querían aparecer en las cámaras del canal norteamericano diciendo “Chile es un país Hot, ca-lien-te”, bailando y sudando el ritmo del reggeaton y si se podía agarrarle la silicona a una modelo, mejor, incluyendo combos y matones. Eso, al parecer también es Vip.

Razón tiene Alfredo Lewin cuando dice "La Gente Cool se comporta como ganado", pero culpa también tiene la productora del evento, que como muchos otros terminan siendo una farsa. Ejemplos hay muchos, como la "artista" Hanayo a la que mientras cantaba el público terminó por gritarle "A Nadie" y se quedó sin exposición, o las supuestas venidas de los "Mejores Dj's del Mundo" o la exclusiva de Gus Gus en Chile, aquel entretenido grupo de Islandia que resultó ser en Santiago un Dj Set con dos de los integrantes, o Gary "Mani" Mounfield de Primal Scream como Dj que estuvo 15 minutos en el escenario. La lista es larga, al igual que la de los invitados famosos que de pieles y taco alto llegan con lentes de sol a las 11 de la noche. Después la productora dice "nosotros avisamos todo, siempre se dijo la verdad" y asunto solucionado. Y como Santiago es chico, casí todos conocen a un famosillo, o un amigo conoce al famosillo, o según la leyenda alguien conoce al famosillo. Nos encanta tener una relación cercana con la fama, a veces me pregunto ¿todos quieren ser conocidos? Porque al parecer es la forma más rápida de ser querido por el país, de que te regalen cosas, que no te cobren la entrada (muy cierto… “Oh llegó la …. No le cobren la entrada"), y que te ovacionen por decir la tontera más grande del mundo o dar frases del bronce en un titular cada cierto tiempo.

Pero también hay lugares en donde el concepto tiene otro perfil y se agradece, como las fiestas seudo clandestinas, pero no de la forma en que las mostraron en el programa “En la Mira” de Chilevisión, en donde la idea cambia rotundamente a drogas, sexo, robos, cárcel y juventud descarriada por el “carrete”. Tampoco molesta ser Vip en ciclos de cine en donde si te dejan entrar y tener un lugar preferencial no está mal o para conocer al director Alex de la Iglesia y que te dibuje. Si es así, me gustaría serlo. Feliz.

Pero el significado farandulero predomina, aunque en nuestros Vip’s no creo que se vea tanta droga, tanta gente interesante, en fin, tanta gente de verdad importante y en donde la distorción si sería motivo de voyerismo. Si pudiéramos encontrarnos con David Bowie sería cierto, pero acá sirve solamente para decir ¡Existo! en Las Últimas Noticias. Y lo impresionante es que ahora la moda es estar en un Súper Vip. No imagino como será aquello. Tampoco quiero averiguarlo.

"You are spending your time/Trying to keep me sterilized/Somehow my needs/Are your consideration/Hanging from your wrist/Dangling on the edge/What is the meaning of life/If my dopey style is called yesterday?/I will meet you with my answers/Forget your styling/Me and my girl/Are keeping each other satisfied/You head for the sky/Flying to see the potentials/I don't care if the scene is boiling/Your code will change/We are out of range/Keeping each other satisfied" (Gus Gus - Very Important People)