De que el mercado es cruel, es cruel...

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Cuando pasan cosas que no planeamos para nuestra vida y hay que buscar otra lectura y otra oportunidad todo puede ser diferente, siempre y cuando el transar sea una alternativa. Eso queda de manifiesto en “Se Arrienda”, la PRIMERA película de Alberto Fuguet (Las Películas de mi vida, 2003) como director. Para que queramos verla se nos pregunta ¿Qué pasaría si la vida te diera una segunda oportunidad?, y así introducirnos en algo que todos nos hemos planteado alguna vez. La mayoría de la gente no logra dar la talla en una sociedad en que sólo los triunfadores existen (como la nuestra). Siempre está presente ese miedo. La opción de Fuguet es arrendarse para lograr nuestros objetivos, es decir (según mi lectura), hacerle creer a nuestra cabeza que no nos vendemos. “Vender departamentos es como el amor a primera vista, hay gente weona que cae altiro” le dice una chica a Gastón Fernández (Luciano Cruz Coke) el protagonista que en sus años de universitario a finales de los 80’ estaba mentalizado en no vender por nada sus ideales y termina vendiendo departamentos. Con sus amigos con "conciencia social" viaja al recital de Amnistía en Mendoza, Argentina, para en una conversación de bar asegurar que Los Prisioneros son más de Providencia que de San Miguel. Algo más que cierto. Luego de una beca en Estados Unidos y 15 años de aquella conversación vuelve a encontrarse con otro mundo, uno en que los amigos que leían la revista Apsi son exitosos, y felices de estar en el sistema que los premia económicamente. O que por lo menos no se lo cuestionan como antes. Hay que tener claro que es un peso increíble ser Fuguet: Mala Onda, Zona de Contacto, El Mercurio, etc. Un hombre que ha creado un mundo reconocible en su nombre y que causa picazón en otros personajes importantes y supuestamente más nacionalistas. Por eso recuerdo que en el semanario El Periodista hace algunos años el escritor, y crítico literario, Roberto Contreras titulaba un artículo como “(A propósito de Fuguet) Realismo Light”, en donde por lo bajo señaló que el escritor no conoce más allá de Plaza italia, que cree que la periferia es el lugar “en donde viven las nanas” y lo reduce a “fenómeno social”, un “hijo del mass media” y un subordinado de la cultura gringa. Tiene razón, es otra generación, influenciada por los medios y ya no es tema. Como lector prefiero a Salinger, Celine , Joyce y algunos escritores nacionales antes que a Contreras y no por eso soy menos chileno. Según aquel crítico, un escritor chileno debe estar conectado con la “realidad país” que imagino es el golpe militar y los detenidos desaparecidos y está bien, se debe hablar de aquello hacerlo patente, presente, que hasta nos de verguenza vivir en este país por ello, hacerlo inolvidable, pero hay otros temas (también) y en este caso es lo intimista, los dramas y alegrías personales. Fuguet, creo, da en el clavo con la generación que muestra, aquellos mayores de treinta que se olvidaron de la historia después de hablar, debatir, prometer y creer cambiar el país. Aquellos que debieron entrar a un sistema de crecimiento para vivir y buscar buenos índices en la economía. Algo que no se aleja mucho de los nuevos personajes que hoy pueblan los medios, que lo único que hacen es enojarse porque alguien lo hizo primero que ellos, ya que de verdad no hicieron nada importante. Desde la música (Yein Fonda incluida) hasta la política. El país de los mentirosos.

“Se Arrienda” toca tangencialmente el triunfo del No y aquello de “La Alegria ya viene”, esas ganas de hacer cosas y que quedaron en palabras. Claro, no es la realidad de toda una generación y algunos críticos, como Ángel Carcavilla, han dicho que es una película de “Barrio Alto” mientras por noche gastan 50 lucas en el Liguria de Luis Thayer Ojeda, es decir, así de conectados con la realidad local. Además, poco público le pronosticaba*. Nada en contra del creativo del cine nacional ("La película que no acaba", por ejemplo), pero descalificar gratis es de picados. Es verdad, tiene razón que si una película no lleva una cantidad comercial de gente a las salas en sus primeras dos semanas las sacan sin piedad. El Mercado es cruel.

Como espectador digo que no es una cinta perfecta, pero hay algunos parlamentos y algunas escenas que aplaudo de pie. Al parecer más felices son los cineastas y encargados de marketing mostrando violencia y marginalidad, si hasta a Lavín le funciona de esa forma, como no hacerlo. Es verdad que este es un país que trata de fracasados a los que no tuvieron éxito, como lo hacen los personajes de la película. Gastón no tiene isapre, afp, ahorros, cuenta corriente, ni siquiera plata en el celular, mientras su amigos “jalan” con las estrellas, o mientras uno de ellos anda con la “mina más rica” en una 4x4, el debe volver a su casa en micro. Una micro que deambula por el centro de Santiago. Amigos que se disfrazan de estrellas en las fiestas. Creo, que de verdad no es alejado de la realidad, basta con asistir a alguna de estas. Hay muchas así, y todas las semanas. Sí, puede que la historia en su primera hora no sea tan fluida, que existan muchos guiños a escritores (Douglas Coupland, Ray Loriga, Easton Ellis), a otros directores (Richard Linklater, Clint Eastwood, Woody Allen, Elia Kazan) y a otros personajes, muchos de los libros de Fuguet. Lo que no es malo. Así es la película, hay escenas que están muy logradas y otras no. Diálogos reales y otros que no se creen. Superficial y profunda como somos todos. Tecnicamente el corto “La hormigas asesinas” (de Fuguet) está muy bien incluido en la cinta, al igual que el Placement (introducción de las marcas auspiciadotas en la película) no molesta por ser algo urbano y natural para todos. Es una película arrogante y pretensiosa, hecha por un fan de las películas. Un hombre que sí conoce el centro, como cuando lo vi hace unos días caminando por New York hacia Ahumada con una bolsa de la feria del libro mirando los edificios. New York/Ahumada. Todos somos hijos de los medios ¿no lo eres tú? Después de toda esa cantidad de películas extranjeras, libros, juegos electrónicos sería una mentira que dijeras que no. Esta vez le creo a Fuguet, más cuando dijo "que (Italo) Pasalacqua no la haya entendido me parece un halago". Es un inmaduro en una sociedad seria (o que parece ser así en los dos casos) y eso se aplaude. Pero perdón! lo que hoy cuesta más es venderse al sistema existente, no marginarse de el.

* Casi van 18 mil espectadores. Un cifra buena, pensando que no es una película con sexo, robos o explosiones.

"Si uno no atina, la vida se te puede volver un programa de Carlos Pinto. La dura."

searriendalapelicula Human Nature se arrendó, Revelaciones Chúcaras también...