Rock and Roll Way of Life

Posted by Picasa

Que Kings of Leon sean “un grupo de chicos lindos pero sin pasión” y que The Strokes tengan una “ametralladora de éxitos con un show increible”, como señalaron casi todos los periodistas musicales en los medios, no confirma una buena crítica. Casi nadie se detuvo en que The Strokes tenían un show probado con muchos singles efectivos (de hecho su primer álbum está repleto de ellos) y sin riesgo, un buen juego de luces y canciones efectivas para quienes repletaron el sábado 29 el estadio Víctor Jara. Lo que podríamos señalar como “público masivo” a lo que se refiere a este tipo de música en nuestro país. Un poco menos de 5 mil personas.

Sí, la gente estaba ansiosa de escuchar a The Strokes, por eso desde que empezaron su presentación con “Last Nite”, del álbum “Is This It?”(2001) - con el que supuestamente “resucitaron el rock”- hasta terminarlo con "Reptilia", se escucharon gritos, se vieron desmayos y hasta un infiltrado en el escenario. Lograron el objetivo y lanzaron a la masa las típicas frases para aumentar las ovaciones. Sí, es verdad que comenzó perfecto, la actitud rockera necesaria y con el ánimo muy arriba, pero por la extensión de casi una hora y media llegó un minuto en que todas las canciones sonaban peligrosamente parecidas, si pensamos que es una banda con dos discos. Algunos periodistas los calificaron de “brillantes”. Una exageración. Los chicos de New York ejecutaron un buen show que incluyó canciones del “Room on Fire” (2003) y dos del nuevo disco, "First Impression of Earth", incluyendo “Juicebox”. Pero fueron alabados por todos lados y ya estamos pensando en que fue el mejor show del año. No creo que sea para tanto. Su presentación fue como la de Placebo: acertada y que deja feliz a los asistentes sin esforzarse demasiado y sin transpirar mucho. Retro rocanrol con un poco de sonido británico como nos gusta a muchos, por lo que se sabían ganadores desde un principio. Mientras la gente pueda cantar en un inglés no muy entendible todo bien. Julian Casablancas (voz) se maneja, sí, y como grupo son un poco más que actitud y rock fashion, pero nada demasiado notable.

Antes de ellos se presentó el cuarteto de familiares (tres hermanos y un primo), Kings of Leon, con un show más corto - 45 minutos - y menos producido que el de los niños maravilla del rock de New York, pero que se ganaron al público en base a la ejecución de la música y no de extras como lanzar regalos (los lentes y rejoj de Julian) o decir que el público de Santiago es el mejor del mundo. Para los periodistas que sean tipos bien parecidos (bueno, ellos, los críticos, lo repiten a cada rato y eso supuestamente les resta credibilidad al grupo) y que no fueran muy empáticos con la masa es un problema que no deja ver el fondo. Como no son un éxito seguro es más fácil hablar mal. Es verdad que no es nada tan experimental como le gusta a la gente "de avanzada" y que son algo así como un grupo "retro cool con autenticidad rural", pero sigue siendo rock sureño clásico pero del nuevo siglo con letras que hablan, por ejemplo, de un travesti de pueblo o de un asesino en serie. Para mí lo mejor de la noche. Sí, me gustan y por eso fui, definitivamente. A cantar y saltar. Y se cumplió.

El grupo se paró en el escenario, tocó sus canciones y lo hicieron bien. “Milk”, “Soft”, “King of the Rodeo” y "Four Kicks” del último disco “Aha Shake Heartbreak” (2004), y otras como “Molly’s Chambers”, California Waiting” y “Wasted Time” del debut “Youth & Young Manhood” (2003) dan cuenta que pueden explotan pero no exagerar, y la voz arrastrada y afectada de Caleb Followill marca un poco una diferencia con otras bandas de la nueva camada. Por ahí decían que mostraron lo que pudieron respecto a sus capacidades. Creo que sin tener muchos singles, y ser una banda relativamente nueva, su repertorio fue mejor elegido que de Strokes o por lo menos parecía más arriesgado. Hacer un show lleno de singles no es difícil. La prensa cuenta que la noche anterior tuvo mucho menos público (2 mil 500 personas) con Morcheeba (sin Sky Edwards), Firshespooner y Dizzie Rascall. Es decir, un Sue (Santiago Urban Electronic Festival) que queda bajo las versiones anteriores en que nombres como Pj Harvey, Blondie, Massive Attack, The Mars Volta o Morrissey aparecían en su escenario. Además se cambió el Espacio Riesco por el Víctor Jara, lugar que funcionó mejor para el tipo de grupos que se presentaban, pero el lado poco amable fue que Ticketmaster promocionaba en su web una distribución de las entradas que no era la misma con que se encontró la gente. Informaron que cancha era preferencial y galerias general, pero la sorpresa fue que cancha era gerenal y tribuna era preferencial, y más arriba volvía a ser general. Las personas que pagaron más deberían hacer la denuncia pertinente al Servicio Nacional del Consumidor (Sernac).

Bueno, al final hay que elegir entre lo que llega, porque si puedieramos seleccionar la música que queremos escuchar en vivo sería todo diferente, pero como dice una canción de los Kings of Leon "Good Time To Roll On...". Sin duda grupos que son el sueño humedo del marketing alternativo, como se repite mil veces, o por lo menos algo para anotar en el manual de la actitud rockera, pero sí que nos gusta eso del pop. Así es.

Lo que dijo la prensa: * A tablero vuelto se presentaron en Chile Kings of Leon y The Strokes (El Mostrador)

* The Strokes probó su eficacia en cierre de festival SUE III (La Tercera)

* The Strokes: La pose rock (El Mercurio)

* The Strokes causó el éxtasis total (Las últimas Noticias)