Cerrando etapas… (a human being that was given to fly)

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Cuando una banda no niega a su mayor éxito - teniendo la libertad para hacerlo - es porque las cosas están bien. Muchos grupos de rock le hacen el quite a su número uno para parecer interesantes o muy “fuera de lo comercial”. Pearl Jam, aunque es una banda política que cuando puede no utiliza auspiciadores (y que tuvo un serio conflicto con Ticketmaster por el incremento en el valor de las entradas), tocó “Jeremy”, sí, y las casi 25 mil personas que estuvieron en el San Carlos de Apoquindo fueron como una segunda voz. Eddie Vedder (voz) dio las gracias, y se le veía feliz con un cigarro, tomando vino chileno y prometiendo volver antes de 14 años. Todos sabemos que Pearl Jam pertenece a un movimiento musical apodado “Grunge”, en donde además estaban Nirvana, Alice In Chains y Soundgarden, y por eso poleras con todos esos nombres estaban presentes en el estadio, al igual que las camisas a cuadros. La diferencia, aunque no parecía cierto, fue que ya han pasado 14 años y quienes creyeron que el Grunge salvaría sus vidas ya se acercan o pasaron los 30 años. La generación X de verdad nunca existió, pero las casi 50 mil personas que asistieron esas dos noches dejaron en evidencia que el mercado debe satisfacer la demanda, aunque fuera una especie de viaje al pasado, a los noventa. La pregunta es ¿podrá el “garage rock” (White Stripes, Strokes, Interpol, etc) recordarse con tanta nostalgia el 2014? No creo, ya me parece un poco de plástico, aunque no hay que negar que entretenido.

Los teloneros fueron Mudhoney con un show no muy producido pero que los conocedores de esa banda agradecieron cuando sonaron los acordes de “Touch Me I´m Sick”. Cuando la noche llegó el 23 de noviembre y “Given To Fly” comenzaba a sonar (la noche anterior fue “Release”), la gente celebró como también otros títulos: “Do the evolution”, “Black”, “Animal”, “Porch”, “Even flow”, “Daughter”, “Alive”, Not for You” y el cierre impresionante con “yellow Letbetter”, además de regalo, covers de Neil Young y The Ramones. Eddie Vedder y compañía se veían bien en el escenario y con esto no me refiero al look, sino a algo muy diferente, a la posición de un músico que ajeno a como se ve hace su trabajo y bien: tocar. Los solos de guitarra y el ping pong vocal entre Vedder y el público, todo un espectáculo, al igual que quienes querían pasar de la galería a la cancha y se encontraron con pacos (Carabineros de Chile) y sus palos como castigo. Según los comentarios de los asistentes que fueron ambas noches, las pantallas gigantes fueron un regalo, el cielo gris pero sin lluvia y el cambio en tracklist también, aunque claramente, agradeciendo los himnos, de eso no hay duda. Es verdad que Placebo, White Stripes o The Strokes fueron alabados por la prensa, pero escuchar a Pearl Jam en vivo supera eso y está entre lo mejor de este año. Además de declaraciones como “Sobrevivimos al grunge porque hicimos las cosas mejor que otros" en la voz de Stone Gossard dejan en evidencia que encasillar no es muy bueno. Es cierto, nunca fui fanático de esta banda, aunque participé de alguna forma en la "juventud grunge", pero independiente de aquello cuando una canción borra todos tus pensamientos y te transporta, el trabajo está hecho. Nada más. El grupo ha vendido más de 50 millones de discos en el mundo y 50 mil en Chile. Sus conciertos en Chile se pueden bajar en www.pearljam.com (pagando) y en www.megaupload.com/es gratis.

"La Revancha de una generación olvidada" por Haroldo Salas "La pasión según Pearl Jam" por Pérez