El Cine Kiltro

Muchos tratan de hacer una película que sea un reflejo de la sociedad o del individuo, otros creen aún que son artistas dentro de un mundo que reconoce el cine como producto, al mismo tiempo algunos quieren sorprender con historias que no sorprenden, mientras los que quedan hacen lo que pueden. En ese esquema y con con todos los prejuicios existentes en la "incipiente industria" cinematográfica nacional, se hizo ver un aparecido con una idea en mente: la primera película de artes marciales hecha en Chile. Freak, y muy arriesgado tratándose de una cinta de "género", es decir, con una estructura definida. Pocos se atreven.

Veamos lo que pasa. Una película que no hablara sobre infidelidades tipo revista del corazón, de marginalidad fashion o de cine de autor, o de intenciones verdaderas pero utilizadas a favor de la crítica como nuestra historia reciente. Lo que parece es que se busca diversificar, construir o por lo menos hacer rentable el negocio, porque es un negocio ¿no lo sabías? Claro, pronto tendremos un director por encargo en "Rojo: la película", una cinta que espera -antes de ser estrenada y editada - una avalancha de críticas negativas pero una abultada taquilla, y eso que está en su equipo el respetado director Marcelo Ferrari (Sub Terra), como productor. Obvio.

Y es que no todo tiene que ser clasificado en "arte", menos las películas que son parte de nuestro entretenimiento. Tampoco es la idea estar cada mes viendo "Sexo con Amor" (Boris Quercia), pero poner cara de asco porque no se habla de la inmortalidad del cangrejo raya en lo ridículo. Por eso sorprende que las mismas personas que aplaudieron "Kiltro" en la pasada de prensa (cosa que se sale del protocolo: eso de escuchar aplausos en una de estas funciones es un poco rasca dicen) digan cosas como que la película tiene poco contenido. Hay que diferenciar y al parecer no saben hacerlo. Y es que te gusta o no, independiente de la profundidad o de lo "liviano" que sea. No todo tiene que ser cine contemplativo. Creo. El cine es comercial, aunque repitan eso de cine NO comercial. Pagas, te sientas y ves la pantalla. Consumes.

Las tres primeras películas chilenas estrenadas este año ("Fuga" de Pablo Larraín, "La Sagrada Familia" de Sebastian Campos y "Kiltro" de Ernesto Díaz Espinoza) son diferentes, con críticas a favor y en contra, pero todas han llevado gente a las salas. Más que el 2005 con "Play" (Alicia Scherson), "Se Arrienda" (Alberto Fuguet), "En la Cama" (Matías Bize) o "Mi Mejor Enemigo" (Alex Bowen) Ejemplo, la película de las patadas voladoras cortó más de 13 mil entradas en su primer fin de semana en cartelera, de un jueves a un domingo, una cifra que no es nada comparada con las más de 350 mil personas que vieron ya la cinta trasandina "Iluminados por el Fuego" (Tristán Bauer) en el país de al lado. Pero algo es algo. Y claro, esta semana se estrena la cuarta chilena, "Límite" (Nicolás Julian), y puede no tener la misma suerte, pero cuatro estrenos en cuatro semanas quiere decir algo ¿o no? Y ojo, se esperan más títulos nacionales este año. La industria que muchos sueñan, incluso llamándole "El nuevo cine chileno" que ya se pierde la cuenta de cuantos nuevos cines chilenos han existido.

Por eso es bueno tener esas diferencias, y mejor si entre estas se encuentra "kiltro", una cinta que logra hacer cine de género con un director para muchos "sin peso y sin nombre" como Ernesto Díaz Espinoza (además de guionista y montajista), con un actor que no es "actor", que fue doble de "La Roca" como es Marko Zaror y un casting que mezcla profesionales de las peleas y actores "respetados", más referencias a la cultura pop que a nadie dejan indiferentes. Aquí no entran frases como "si es chilenos es bueno", para nada, no es necesario. Es bueno ver este tipo de locuras, y si se quiere ¿por qué no?esperar que esta sea la primera parte de la saga. Muchas más patadas.

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