There Are No Little Secrets...

Hay quienes le temen al cine de Woody Allen. Hay gente que no de la oportunidad. Hay quienes se marean con tanto diálogo. Hay quienes no se ríen con él. Hay quienes no quieren entenderlo. Es que para muchos su cine es una especie de oda a la intelectualidad, a los recuerdos, a los grupos cerrados o solamente a New York. Pero son historias que funcionan y son familiares en cualquier lugar. A ellas apunta. No hay lejanía. En “Melinda & Melinda” (2004) Woody Allen desapareció de la pantalla y dirigía una historia de dos formas: trágica y cómica, demostrando que nunca hay solo una forma de ver las cosas. Antes de esa película tomó a Jason Biggs (el de “American Pie”) y lo transformó en su alter ego en “La Vida y todo lo demás” (2003), un comediante que tenía problemas de pareja con una Cristina Ricci indecisa. Allen era un personaje secundario. Su historia es larga y en ella se cuentan, aproximadamente, 30 películas con Mia Farrow (“Crímenes y Pecados”...) y luego un amargo termino de relación mediáticamente. Pero su obra vale más que las pequeñeces de lo personal. Ahí están "La Rosa Púrpura del Cairo" (1985), "Días de Radio" (1987), "Todos dicen te quiero" (1996), "Interiores" (1978) y muchas otras. Si se revisa su historial cinematográfico es casi una película por año de un personaje a quien nadie le creía mucho por ser un comediante. Pero luego todos querían actuar con él. Actores serios como Sean Peen (“Dulce y Melancolico” - 1999), actrices talentosas como Diane Keaton (“Manhatan” - 1979), chicos lindos como Leonardo Di Caprio ("Celebrity"- 1998), ídolos kitsch como Burt Reynolds ("Lo que siempre quiso saber de sexo pero nunca se atrevió a preguntar" - 1972), pero también chicas lindas que prefirieron ser una Chica Allen en roles muy secundarios, como Sharon Stone, Madonna, Winona Rider o Demi Moore. Extrañamente se podría decir que alguien actúa mal en una de sus películas. La dirección de actores hace mucho. Pero Woody Allen tuvo que cambiar su rutina casi por obligación. El estudio cinematográfico que siempre le bajó el presupuesto para su película 2005, pero en Inglaterra encontró la solución. Así que con el guión en mano viajó a Londres a filmar “Match Point” la película 2005 estrenada en Chile el 2006. Cambió en su guión New York por Londres y su agente de casting eligió a los protagonistas: Jonathan Rhys Meyers, Scarlett Johansson y Emily Mortimer, para filmar la película que todos apuntan como “Lo mejor de Allen en 20 años”, “una obra maestra”, etc. Por lo menos es una de las mejores estrenadas en Chile este año. Allen filma su película 2006 en Inglaterra, ya tiene 71 años y sigue coleccionando admiradores. Match Point a primera vista puede sonar seria, con referencias a escritores como Fiodor Dostoiesvki, August Strindberg o Theodor Dreisier, al cine de Alfred Hitchcock o Ingmar Bergman, o dejar de lado el jazz de siempre por trágicas óperas (Verdi, Bizet), para contar una historia sobre la suerte. Es verdad, pero aunque suene a muchas diferencias, cada diálogo, cada movimiento de cámara, cada exterior filmado, tiene su firma incuestionable. Y su ironía.

Scarlett Johanson será la protagonista junto a Hugh Jackman (X-Men) en "Scoop" filmada también en Londres y cuyo argumento también tiene muerte, amor y música. La buena noticia es que Woody Allen actuará en ella. Muchos decían que iba en baja, pero con “Match Point” les saca la lengua. Por suerte, para nadie es un secreto. Comentario de “Match Point” en Snack Bar

"El sexo sin amor es una experiencia vacía. Pero como experiencia vacía es una de las mejores" (Woody Allen)