Gracias por fumar

El cigarro es más malo que bueno. Imagino que eso lo tienen claro quienes fuman y quienes no, aunque exista toda una construcción de imagen sobre la gente con uno en la mano: da un supuesta "onda" de interesante, dicen, y en la publicidad se relacionada a gente relajada. Entre lo malo el abanico es más grande: desde el olor post fumada o cuando quedan colillas en un cenicero toda una noche, hasta el cáncer y enfermedades relacionadas que cualquier ciudadano interesado debe conocer. La muerte anunciada. La cosa es que la ciudad está plagada con carteles tipo “en este lugar se respira”, como si con esa medida se solucionara todo. Según las estadísticas en el año 2002 en nuestro país el 17% de los fallecidos fue por enfermedades producidas por el cigarro, en una ciudad en que el 40% de la población (según otra estadística), se considera fumador pasivo. Pero ¿se soluciona con el 50% de advertencia con imágenes “impactantes” en las cajetillas? ¿serán tan impactantes? Hace un tiempo que comenzó una paulatina prohibición de la publicidad de marcas que mostraban gente linda, sana y exitosa con un cigarrillo entre los labios. Ya no se puede. Claro, hoy Chile tiene una regulación parecida a la de países en "vías de desarrollo", en donde se prohíbe cualquier tipo de propaganda en revistas, televisión y vía pública, y el consumo en lugares cerrados como los cines, además de la obligación de tener áreas separadas (de verdad) en bares y restaurantes de más de 100 metros. Todo por el llamado “vicio social”, que dicen es más peligroso que la marihuana, pero aceptado. Muchos aparecen en los diarios y televisión diciendo que la solución es elevar aún más el impuesto al tabaco y que algunos países han logrado bajar su consumo de esa forma, pero ¿puede una medida dictatorial solucionar el problema? No creo. Algunos progresistas dicen que esto es una muestra de que Chile va camino al desarrollo, mientras otros progresistas dicen que es la cosa más sub-desarrollada del útimo tiempo. ¿Quién tendrá la razón? ¿Se puede prevenir con la educación mejor? ¿Es solucionable? Lo cierto es que mucha información no hay, no como la publicitada campaña para promover el voto que tuvo que hacerse dos veces porque a algunos les dio miedo ser tan "de avanzada" y mostrar un dedo parado (¿la recuerdan?). Porque claro, no se puede fumar en un mall, pero ¿en todo el mall? Como siempre algunos quedarán sin saberlo. ¿Dónde está la campaña? Y es que es un poco ingenua la cosa, se prohíbe vender a menos de 100 metros de un colegio, lo mismo con el alcohol a menores de edad, y las plazas del centro de Santiago siguen emitiendo humo, y al quedar vacías siguen en el pasto las botellas de cervecita. Lindo, de película... ... En el Festival de Cine de Santiago (Sanfic) se exhibió “Gracias por Fumar” (Jason Reitman - 2006), basada en la novela “Thank You For Smoking” (Christopher Buckley), una película en la que Nick Taylor (Aarón Eckhart) es un seudo relacionador público del “Big Tobacco”, cuyo fin es demostrar que la decisión es única y exclusiva del que fuma. Claro, debe defender los derechos de los ciudadanos. Claro, también aparecen personajes en contra del cigarro y a favor de la vida saludable, pero también políticos (William H. Macy) que solo quien ganar votos o una guapa periodista (Katie Holmes) que hace cualquier cosa por obtener información confidencial. Algo me parece conocido. Taylor resolverá que el cine como medio de publicidad es lo mejor, o que los talk show con enfermos de cáncer son un espacio para lograr adeptos. Claro, su trabajo es matar a la gente y lograr que la palabra “veneno” no se asocie con los cigarros. Pero hay otros aliados, como Polly (María Bello) que promueve al alcohol y Bobby (David Koechner) el uso de las armas, cada uno lucha por ser el que mata más gente por año, mes o día. Lo malo puede ser gracioso y lindo. Al final, cada quien hace lo quiere. ¿Suena actual?

Thank You For Smoking Web

Extra: La película que pertenece al "apartado comercial del cine independiente norteamericano" (¿existirá aquello?), se estrenará comercialmente el 14 de septiembre en Chile.

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