Moneda en Llamas

Celebrar la independencia de Chile tiene un lado gracioso y otro serio. Claro, pagar 10 lucas para entrar a una fonda con la barra más cara del país y oír en la mesa de al lado a gente que dice estar fuera del sistema capitalista es divertido, o leer en un medio de comunicación sensacionalista una pregunta, con un pie forzado, ¿Qué celebramos el 18 de septiembre?, cuyo resultado dice que solo un 15% de los chilenos sabe que se conmemora es aún más divertido. Y sigue. Claro, según las autoridades de un colegio adventista dicen que la cueca, "nuestro baile nacional", es inmoral. Sin olvidar el ritmo de la presidenta Bachelet, con un promedio que llegó casi a un 6.0 según los “especialistas”.

La idea no es reírse del cumpleaños de la patria, más bien, resaltar que este año no fue todo para la risa, que un hecho sobrepasó la media: El Palacio de La Moneda ardió en llamas nuevamente, bueno, una ventana del edificio que era le baño de un ministro. Y es que los símbolos son poderosos, dependiendo qué signifiquen para cada individuo, por eso el incidente llamado "La Moneda en llamas" unos lo ven como lo peor que ha pasado en democracia y otros le bajan el perfil al jueguito de un encapuchado, mientras los medios de comunicación lo consideraron “brutal”, pero ¿Hay que definirlo con esa palabra? Claro, la violencia no se justifica, pero a veces sirve para alertar sobre molestias o resentimientos de la población, pero atacar un local de Burger King en la Alameda y gritar contra el imperialismo, para después gritar en contra del capitalismo frente a un Banco Estado ¿soluciona algo? La cosa supuestamente no es tan simple. Para Jorge Gálvez, dirigente del reformulado Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), esto se debe a un "desencanto de la población, cosa que genera un movimiento social". Suena lindo, casi poético si se incluyen temas como la calidad de la educación. Claro, existieron voceros estudiantiles que lograron que las ganas de reformar la educación fueran escuchadas por el gobierno, independiente del resultado que se ontenga. De esa masa, supuestamente, aparecieron más jóvenes interesados en la educación cívica, pero esta vez son derechamente “anarquistas” que tratan a los comunistas de vendidos al sistema. Son la llamada "Corriente Anarquista Revolucionaria" (CRA). Por eso hay respuesta del líder comunista Guillermo Teillier, quien declaró algo obvio a la prensa: “hay que ser bien tonto para creer que peleando con los carabineros se puede cambiar el sistema, si lo que se necesita es que las masas se manifiesten para plantear ideas”, subrayando que el nuevo FPMR es “otra cosa, una construcción nueva, que no tiene nada que ver con lo que en su momento fue el Frente”. Pero existe un marco teórico respecto al accionar de los “anarquistas” que dicen que los comunistas hoy “son funcionales al sistema”, en donde el saqueo es “una acción justificada en contra del capitalismo” y hacer una barricada o lanzar una bomba molotov es la “materialización de la crítica”. Porque, supuestamente, leen a Chomsky, Pierre Proudhon y Piotr Kropotkin. Claro, una cosa es luchar en contra de algo con investigación para generar cambios al incluirlos en el sistema y hacerlos algo popular, y otra es simplemente la delincuencia justificada. ¿De qué se trata todo esto? Parece ser una búsqueda de represión para luchar, después de encontrarla, contra la misma represión.

Independiente de quienes están en contra o a favor de este tipo de manifestaciones, los encapuchados fueron responsables de la imagen más potente de las “celebraciones patrias” de este año: La Moneda en llamas. Quizá fue necesario para recordar que el 11/09 no es únicamente de los norteamericanos y que celebrar el “18” como autómatas no necesariamente significa ser muy chileno. Porque se celebra a la "española", no como la mezcla que somos, todo es una mentira adornada de blanco, azul y rojo. Algo turístico. Pero la vulnerabilidad del “Área Primaria” este año hace reconsiderar a los líderes del país que no tener vidrios antibala para proteger la “democracia” puede transformarse en un viaje al pasado. Ya lo dijeron los encapuchados, todos son iguales desde la derecha hasta las juventudes comunistas, por eso la lucha es contra nosotros los que funcionamos en este sistema, que también podemos no creerle al país que se celebra. Líneas más arriba el vocero del FPMR (versión 2.0) dice que existe un malestar a nivel nacional, entonces ¿quién los eligió a ellos como representantes de ese malestar? Y hay más, prometieron un septiembre de 2007 mucho más intenso. ¿Hay que preparase? ¿Será necesario?