Friday, July 29, 2016

Midnight Special: al rescate del superhéroe

El gobierno lo ve como un arma mortal y una secta religiosa como su salvación, pero Roy (Michael Shannon) siempre lo verá como su hijo. Alton (Jaeden Lieberher) tiene ocho años pero no es un niño normal: sus poderes sobrenaturales podrían detener a cualquiera, pero debe ser protegido y su padre hará lo necesario para que así sea. ¿Suena repetido no? Bueno, esa es la primera impresión.

Quienes conocen el cine de Jeff Nichols saben que no todo es tan simple. En su cuarta película vuelve al concepto de la familia, pero ahora abordando sus propios temores ante la posibilidad de perder a un hijo. La mejor forma de llevarlo a cabo fue con un cuento de ciencia ficción que apela a la nostalgia de títulos como Encuentros Cercanos del Tercer Tipo (1977) y E.T. (1982) de Steven Spielberg, o Starman (John Carpenter, 1984) pero no necesariamente dirigida a los fanáticos de esos clásicos... o como la historia de un superhéroe no apta para los fans de Marvel o DC Comics.

El director/guionista estadounidense sigue generando interrogantes y no subestimando al público. Es decir, sabemos que “he’s not like us” (no es como nosotros), como dice la frase promocional, pero no es necesario malgastar efectos visuales para dejarlo claro; sabemos que lo persiguen, pero no hay que destruir toda una ciudad para llevar a la pantalla las intenciones de la seguridad nacional; sabemos que lo quieren proteger, ¿pero hasta lograr qué?

En ese escape hacia lo desconocido se suman otros personajes, entre los que destacan su madre (Kirsten Dunst), el hombre que los ayuda sin pensarlo dos veces (Joel Edgerton), o el especialista contratado por el FBI y la Agencia de Seguridad Nacional (Adam Driver), quienes se hacen parte de una travesía por una oscuridad que oculta el potencial del alien/salvador que lee cómics de Superman preguntándose qué es la kryptonita, mientras nosotros pensamos que perfectamente podría ser Clark Kent descubierto antes de tiempo por los humanos.

Una película en la que la acción y los diálogos tienen la misma importancia que los silencios, en la que la cinematografía (Adam Stone) y música (David Wingo) se complementan a la perfección con imágenes evocadoras. Quizás el resultado de repetir nombres -actores y técnicos- y formar un equipo con el que ha logrado sorprender en trabajos anteriores como la apocalíptica Take Shelter (2011) y con la que promete hacerlo nuevamente, Loving, su segunda película del 2016, basada en la historia real del primer e “ilegal” matrimonio interracial en Estados Unidos.

“Vi el amanecer esta mañana. Creo que sé lo que soy ahora”, dice en algún momento el pequeño Alton, personaje que lidera esta propuesta que no dejará a todos felices, pero que se arriesga en un género, casi siempre, lleno de tópicos. Un relato intimista que aborda el miedo a la pérdida de una forma emocionante y transporta a un mundo extraordinario.

No comments: