Once More With Feeling

No muero por Placebo y no iba a gastar plata en comprar una entrada para ir a verlos actuar ayer en la Estación Mapocho, pero cuando las cosas no se planean, ni se piden, aparecen sin llamarlas. Me ofrecieron una credencial sólo para ayer (que al entrar la marcaban para no volver a utilizarlas), para entrar al sector de prensa. Entonces, tomé la oportunidad para verlos sin pensarlo mucho. El grupo de Brian Molko, Stefan Olsdal y Steve Hewitt, comenzó puntualmente a las 22 horas con "Taste in men" y los fanáticos gritaban sin parar cosas tan típicas como mijito rico, te amo brian (brayan...), i love you. También lloraban y se desmayaban mientras Stefan (que habla muy bien español) se sacaba la camisa, hacía la performance del "baile gay" o tiraba besos al aire. Brian se acercaba al público, unos cuantos no aguantaron y se lanzaron al escenario para tocarlo, pero casi 10 guardias de seguridad no les dejaron cumplir su sueño. Molko se subía a un parlante para cantarle a las más de 9 mil personas presentes en el recinto que, al parecer, no les importaba estar apretadas o que el sonido no fuera el prometido, menos para quienes estaban atrás, un problema histórico del lugar.

Lo impresionante es que se agotaron las entradas para sus dos presentaciones y cuentan con 2 mil fans oficiales muy bien coordinados, es decir, un grupo completamente popular con aires de alternativo. No faltaron los chicos vestidos y peinados igual que el vocalista, pero en general el público era muy diverso y en sincronía cantaban TODAS las canciones de la noche: Bitter End, Protege moi, Special Needs, English summer rain, Without you I’m nothing, I do, Special K, Slave to the wage, 36 Degrees y Pure Morning, entre otras.

Fue un show correcto, potente, bien ejecutado, pero no hubo sorpresas, para nada, singles y más singles, Placebo nos tenía a todos en el bolsillo.