“Querida Wendy: Te escribo esta carta para poder liberarme del peso que mis sentimientos por ti generan en el desván de mi obsesión. Te escribo para decirte que nuestro primer encuentro ha calado tan hondo en mi que nunca te podré olvidar. Te escribo para que sepas que te quiero, te adoro y te respeto por tu fantasía, tu belleza y tu extraña realidad.”
Lars Von Trier (Dogville – Manderlay) escribió el guión de esta película y se le huele por todas partes, desde el espacio cerrado que supone el pueblo de mineros en que se desarrolla, el discurso anti – imperialista que encierran las películas nombradas entre paréntesis y esos finales que se pueden leer como facilistas o dramáticas interpretaciones sociales, según quien mira. Pero olvidémonos del más conocido de los directores del llamado Cine Dogma, ya que “Dear Wendy” no la dirigió él (gracias a Dios!!) sino, uno de sus colegas fundadores del “movimiento”, Thomas Vinterberg (Celebración - 1998), cosa que cambia radicalmente el resultado final.
Mientras Dogville, Manderlay y hasta Bailarina en la Oscuridad eran extremadamente moralizantes, la dirección y el tono que le da Vinterberg a esta historia es totalmente diferente. Claro, de dogma no queda nada, sino un lirismo extra producido y una edición que juega con el video clip. Mientras Von Trier quiere que todo tenga una precisión fría/intelectual, su amiguito se la juega por que el resultado tenga más emoción, que desarme sin facilismos y que sorprenda sin efectismos. Peeeero, sin olvidar que la "onda" también es importante.
Vamos por la peli. “Querida Wendy”* cuenta la historia de Dick (Jamie Bell – Billy Elliot) un adolescente que posee un arma (Wendy) y junto a sus amigos inadaptados (que también tienen las suyas), creen que la violencia se puede contener, que con esconderla todo tiene solución, que caminar con la frente en alto con una pistola escondida en la chaqueta los puede hacer mejores. Entre ellos hay una chica preocupada por que no le crecen las tetas, un chico con muletas, una afroamericana sirvienta de un blanco, un chico malo con mucha suerte con las chicas y como antagonista un Sherif muy "gringo" y toda la policía de los pueblos vecinos.
Ellos, los cowboys románticos y elegantes, tienen su escondite arreglado en una mina abandonada ubicada en el pueblo de Estherslope, en donde escuchando música y practicando el tiro al blanco tratarán de buscan redención con balas y pistolas bautizadas a su gusto: Wendy, Lyndon, Gran, Lee, Mal Acero y mujer, además de una misión en la vida: ser pacifistas armados. Recapitulemos: fetichismo con armas+estética neo victoriana+música de The Zombies= Dandies.
Quieren a sus armas, estudian de ellas hasta los tipos de salidas en cuerpos baleados y arman una sociedad llamada “The Dandies”. Tanta es la seriedad con la que se toman el asunto, que una regla dice que nadie puede utilizar el arma de otro, pero ¿si el arma quiere a otro? Desde ahí el juego se puede convertir en una tragedia de proporciones, con un final que pone de manifiesto que creerse el cuento puede ser un error más cuando lo que origina todo es el amor mezclado con los celos, aunque por ahí dicen que se trata de un manifiesto político en contra del abuso de las armas en Norteamérica. Caminar sin miedo tiene su costo.
Mientras Dogville, Manderlay y hasta Bailarina en la Oscuridad eran extremadamente moralizantes, la dirección y el tono que le da Vinterberg a esta historia es totalmente diferente. Claro, de dogma no queda nada, sino un lirismo extra producido y una edición que juega con el video clip. Mientras Von Trier quiere que todo tenga una precisión fría/intelectual, su amiguito se la juega por que el resultado tenga más emoción, que desarme sin facilismos y que sorprenda sin efectismos. Peeeero, sin olvidar que la "onda" también es importante.
Vamos por la peli. “Querida Wendy”* cuenta la historia de Dick (Jamie Bell – Billy Elliot) un adolescente que posee un arma (Wendy) y junto a sus amigos inadaptados (que también tienen las suyas), creen que la violencia se puede contener, que con esconderla todo tiene solución, que caminar con la frente en alto con una pistola escondida en la chaqueta los puede hacer mejores. Entre ellos hay una chica preocupada por que no le crecen las tetas, un chico con muletas, una afroamericana sirvienta de un blanco, un chico malo con mucha suerte con las chicas y como antagonista un Sherif muy "gringo" y toda la policía de los pueblos vecinos.
Ellos, los cowboys románticos y elegantes, tienen su escondite arreglado en una mina abandonada ubicada en el pueblo de Estherslope, en donde escuchando música y practicando el tiro al blanco tratarán de buscan redención con balas y pistolas bautizadas a su gusto: Wendy, Lyndon, Gran, Lee, Mal Acero y mujer, además de una misión en la vida: ser pacifistas armados. Recapitulemos: fetichismo con armas+estética neo victoriana+música de The Zombies= Dandies.
Quieren a sus armas, estudian de ellas hasta los tipos de salidas en cuerpos baleados y arman una sociedad llamada “The Dandies”. Tanta es la seriedad con la que se toman el asunto, que una regla dice que nadie puede utilizar el arma de otro, pero ¿si el arma quiere a otro? Desde ahí el juego se puede convertir en una tragedia de proporciones, con un final que pone de manifiesto que creerse el cuento puede ser un error más cuando lo que origina todo es el amor mezclado con los celos, aunque por ahí dicen que se trata de un manifiesto político en contra del abuso de las armas en Norteamérica. Caminar sin miedo tiene su costo.
Vea en trailer Aquí
*Desde hoy en su cine favorito
10 comments:
lo que queda claro es que tener un arma te da la seguridad para ser un gran pacifista, mientras usas ropa clásica y escuchas a the zombies y que tartamudear te da estilo.. aunque todo esto pueder volverse en tu contra en algún momento, pero es parte del juego.no?
y recuerda decir la palabra "amor" puede ser el final de todo.
una graaan pelicula, yo le doy mil estrellitas.
saluos
Se ve buena. Intentaré hacerme el tiempo. Ví que andas con James Ellroy. Me gusta su estilo, especialmente esa escritura medio febril con que hace América.
Saludos
CV
A mi Lars Von Trier me gusta endiabladamente. Las películas morales me hacen sentir bien.
Lo malo es que las películas de "jovenes en el límite" cada vez me aburren más...
Saludos,
JUL (envejeciendo a pasos agigantados)
Llegué a este blog buscando cosas sobre Abel Ferrara y me quedé pegado leyéndolo. Las películas de Von Trier sobre Estados Unidos a veces caen en esterotipos que respondedn a cierta visión generalizada entre la intelectualidad europea de un país al otro lado del océano donde todos disparan armas, mascan tabaco y manejan camionetas gigantes (mientras más contaminen, mejor). Si bien algo de eso es verdad, a veces se le pasa la mano.
Después de leer tu comentario me dieron ganas de ver esta película.
Lars Von Trier me gusta
abrazo para ti,
Si usted supiera cuanto cuesta cada Cd por estos lados.
Ni se imagina señor. Claro, sted ya ha estado por aca. !
Saludos
La vi sólo porque tu la recomendaste, mr. líder de opinión.
y sabes?
me gustó
y harto
Se me hace que esto de bloggerlandia es como el club de los dandies, o mejor dicho me gustaría que fuese.
Slds
1.- Estimado (perdon) Afiebrado gonzalo:
a) apenas llego asantigo intentré verla
b) club de dandies me suena a Paul Weller :S
eso
La quiero verrrrrrrrr, mucho.
Pero ahora no porque estoy de vacaciones.
Suerte
in cre i ble
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