Colores Primarios

“Pusieron letreros pero yo no se leer, voy siguiendo flechas que me pierden otra vez, me pierden… Llego a los lugares sin saber como llegué, me digo a mí mismo por aquí yo ya pase, lo único que se hacer bien es perderme bien.” (Perderse – Manuel García)

Teatro Oriente lleno, “al borde de la ilegalidad” como señaló Manuel García, quien el pasado viernes 22 de agosto presentó en sociedad su segundo disco en solitario “Témpera” (Alerce), pero también casi todo “Pánico” (Alerce – 2006) y algunas canciones “incompletas” que no tuvieron cabida en ninguno de sus *discos editados. Incompletas porque, como el explicó, le faltaban arreglos y una mejor grabación. A pesar de todo eso llenaron totalmente la primera parte de su show. Después fue el turno de lo nuevo y que el público ya conocía. “Es bello, es bueno”, “Los Colores” y “Barcos de Cristal”, por ejemplo, canciones que pasaron de los sonidos clásicos de arreglos de cuerdas, hasta una potente batería y unas guitarras que no se quedaban atrás. Intensidad no faltó. El cantautor es parte de Mecánica Popular, banda de la que aún conserva su identidad, esa que queda en evidencia en canciones como “La Gran Capital” o en sus versiones de “Hablar de ti” y “La Pena Vuela”, incluidas en su primer disco en solitario pero también en trabajos con la agrupación que se inscribe en el género de la trova rock. Al editar su disco anterior muchos de los comentarios se relacionaban a que García era una especie de Silvio Rodríguez chileno… claro, la voz lo acercaba, además de la producción del cubano Fidel Orta, pero ahora, aunque sigue en la misma línea de canciones, se distancia en los arreglos que van desde el rock, la música de cámara (violines, oboe, viola, cello, contrabajo), el pop y los ritmos chilenos como la cueca (ahí es donde una composición como “Pañueli” se puede convertir en un referente de la canción chilena). Si “Pánico” era una producción pulcra, “Témpera” (producido por María Teresa Molina), se hace más crudo, con canciones de amor, urbanas, de dobles lecturas, amigos, insectos, viejos, diamantes, árboles, dictadores y lágrimas. Un disco armónico y una presentación en vivo - de dos horas - sostenida en la tranquilidad de una guitarra, pero también en sus distorsión, pero que no necesita de definiciones tan en boga como el “neo folk”. Manuel García hace bien su trabajo, sus tonalidades no son “cool” ni vistosas, sino que arma sus canciones a partir de colores primarios, que es de donde nacen todos los demás.

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* Manuel García también realizó el tema principal del documental "La Ciudad de los Fotógrafos" de Sebastián Moreno. Aquí